2/05/2012

Pisos, hoteles y rugby

La búsqueda de un piso en Escocia, no difiere demasiado de la búsqueda en España. Te metes en un par de webs en las que aparecen anuncios de piso en los que en un futuro arrendador desarrolla toda su creatividad artística. Estos son algunos ejemplos sacados de anuncios reales:

-Semisótano muy luminoso (supongo que las lámparas serán potentes).
-Estudio de 19 metros cuadrados muy espacioso (ya se que todo es relativo, pero esto ya es ridículo).
-Todos los gastos incluidos en el precio, menos la luz, el agua, el gas y el impuesto de vivienda (pues ya me contarás que queda).
-A cinco minutos de cualquier parte (maldito Einstein, tu teoría de la relatividad me la ha vuelto a jugar).

Y por supuesto mi favorito

-A un saludable paseo de 10 minutos del centro (y es cierto, está a diez minutos del centro andando, lo que no mencionan es que esa calle tiene un 23% de inclinación y que suele ser buena idea contratar un par de serpas cuando vas al supermercado).

De momento sólo he visitado un estudio, aunque el edificio era bastante cochambroso, el piso no estaba del todo mal, desgraciadamente era muy caro para lo que ofrecía y el precio no incluía las facturas (luz, agua...) ni el council tax (el impuesto de la vivienda). Además la luz lleva un sistema de prepago que no entendí demasiado bien, en fin, habrá que seguir mirando.

Mientras sigo buscando piso, he tenido que cambiar de hotel, ya que este fin de semana se jugaba un partido de rugby entre escoceses e ingleses y todas las habitaciones estaban reservadas desde hace bastante. Tras ardua búsqueda por internet encontré una casa de huéspedes bastante económica, así que hice mi petate y tras un saludable paseo de quince minutos llegué a mi nuevo alojamiento. La verdad es que el sitio está bastante bien, la habitación que tengo es bastante amplia (no quedaban individuales así que me alojo en una doble) y la cama es infinitamente mejor que la del otro hotel. Como puntos negativos, la señal wifi de aquí es bastante mala (o a lo mejor es que todos los huéspedes estamos todo el día dándole al ordenador) y los baños son compartidos. Es decir que hay uno por planta y un aseo junto a la recepción. En general los mantienen bastante limpios, aunque a veces el/la usuario/a que lo ha usado antes que tú, sigue creyendo que tiene a su disposición ciertas ventajas de las que disfrutaba en su casa, me refiero claro al revolucionario sistema de limpieza automática, denominado: “Mecanismo Autosuficiente Desfaceentuertos Recogelotodo Enorden” también conocido por los expertos como M.A.D.R.E.

Además de una cama realmente cómoda, en esta casa de huéspedes hay dos ventajas fundamentales, la primera es que el desayuno está incluido en el precio (me estoy poniendo fino a base de desayunar huevos con bacon) y la segunda, que casi todo el servicio habla español. Hablando con una de las camareras y un huésped español, he podido ponerme al día de la situación del trabajo en escocia para los inmigrantes.

Por lo visto, hace unos años, apenas se ponían requisitos para que los extranjeros trabajaran en Escocia, pero entonces vino una primera oleada de inmigrantes, principalmente polacos y el sistema empezó a saturarse. Entonces, se puso en marcha lo que los extranjeros llamamos “la defensa escocesa” (que a tenor de lo visto, no es lo que hace la selección escocesa de rugby). La cosa consiste en lo siguiente: cuando vas a pedir trabajo, te piden dos cosas, el “insurance number” y al menos dos referencias de trabajos anteriores (priorizan que sean trabajos desarrollados en escocia). El insurance number, es el equivalente a nuestro número de la seguridad social, para que te den este número, tienes que aportar una “proof of life”, es decir, una prueba de vida, que como ya se ha comentado en post anteriores, en realidad es una prueba de residencia (normalmente los hoteles no te lo dan, así que tienes que tener un piso). La mayoría de los arrendadores no te alquilan un piso si no tienes una cuenta en un banco escocés o una nómina que demuestre que tienes un trabajo en Escocia. Los bancos escoceses no te abren una cuenta si no tienes o bien el “insurance number” o bien una “proof of life”. Como ya os habréis dado cuenta, es una especie de pescadilla que se muerde la cola o círculo de protección perfecto, que ríete tú de las tres leyes de la robótica. Romper la defensa escocesa es dificil pero no imposible, la cosa es estar atento o bien a un trabajo eventual que te permita conseguir tu primera referencia, para enseñarla en futuros trabajos, y tu primera nómina, para conseguir cuenta en el banco y de paso el insurance number. Otra opción es encontrar un arrendador poco exigente y conseguir que te redacte una prueba de vida. También vale si consigues un recibo del impuesto de vivienda a tu nombre. Eso aquí vale más que el DNI y un billete de quinientas libras juntos.

Tras reunir toda esta información y aprovechar para entregar un par de curriculums más, aproveché que ayer era sábado para recorrer la ciudad. La verdad es que hacía muy mal tiempo, pero eso no es un handicap aquí en Edimburgo, donde más vale que te acostumbres a caminar bajo la lluvia o no saldrás casi nunca de casa. Para cuando vengáis a visitarme por estos lares, os recomiendo un abrigo con capucha o un gorro. El paraguas queda absolutamente descartado, a menos que tengáis un título en la prestigiosa academia de vuelo “Mary Poppins”.

Por la tarde me fui a ver el partido de rugby a un pub de Rose Street (la calle de la Rosa), que es una zona típica de pubs y de tiendas. En seguida me percaté de algo importante. Hasta ahora, siempre que he visto a un escocés con su kilt (esa falda que llevan los tíos por aquí), la llevaban con todo el uniforma de gala. Los calcetines casi hasta la rodilla, los zapatos bien lustrados, camisa blanca y chaqueta muy elegante. Pero los días de partido, la cosa cambia. Los zapatos quedan sustituidos por zapatillas deportivas o botas camperas, la camisa se cambia por una camiseta de la selección escocesa y la chaqueta se cambia por un buen abrigo. Lo calcetines y el kilt, se quedan tal cual. Otra cosa interesante, es que los hinchas del rugby son infinitamente más civilizados que los del fútbol. La prueba es que en muchos pubs, tenían dos carteles, el primero suele decir “No futbol colors” (supongo que la traducción sería, nada de fanáticos futboleros) y el segundo “Fans del torneo de las seis naciones, bienvenidos”, creo que esto lo dice todo.

Lo cierto es que en el pub habían hinchas de ambos equipos que animaban a sus respectivos bandos a grito pelado, pero no hubo ni discusiones ni mal rollo entre ambas aficiones. Finalmente Escocia perdió, pero nadie salió a quemar contenedores de la basura, ni a pegarse con los vencedores. Ventajas de los deportes civilizados.

Después de eso, tomé una cena ligera y me sumergí en el Edimburgo nocturno. Salí por los pubs de “old town” (la ciudad vieja). La noches de sábado están bastante animadas y hay mucho ambiente. Por supuesto la cosa no es tan divertida cuando vas tú solo, pero aún así lo pasé bien.

Bueno, hora de salir a dar un paseo, aprovechando que hoy si ha salido sol.

Seguiremos informando.

1 comentario:

Juan M.Victoria dijo...

¡Animo con el circulo defensivo escocés! Yo creo que lo mejor para romper el circulo y para tu salud es ganarte los favores de una bella y simpatica escocesa ,)))
Tomaremos nota sobre los paraguas.. eso que se ahorra uno en equipajes