11/28/2014

A las buenas

Hola gente, cuanto tiempo sin pasarme por aquí, ¿verdad? Si es que desde que volví de la siempre soleada Dublín, no he escrito ni una línea. Y no es por falta de ganas, que conste. Sencillamente es que estoy tratando de abarcar demasiadas cosas al mismo tiempo, y claro así es imposible.

Por un lado está el trabajo, tengo la gran suerte de trabajar con unos compañeros muy bien preparados, vamos que saben de programación lo que no está escrito. Eso tiene la ventaja de que estoy aprendiendo un montón de ellos, lo malo es que tengo que esforzarme mucho, no ya en estar a su altura sino en por lo menos no quedarme demasiado atrás. Esto implica que muchas veces me pongo a estudiar por las tardes para no perder comba.

Los fines de semana asisto a un master de programación de aplicaciones móviles de esas que están tan de moda. Porque las páginas web están muy bien, pero hay que moverse con los tiempos y lo que manda ahora son los móviles. Y que diantres, siempre viene bien reciclarse y variar un poco, que así a lo tonto ya llevo más de diez años programando webs, y aunque mi trabajo no me canse, se agradece el cambio de rutina. Lógicamente, no se trata solamente del tiempo que estoy en clase, sino que además hay que repasar entre semana y practicar, ya que las aplicaciones suelen usar lenguajes de programación distintos a los de las webs.

Por si fuera poco, he decidido (por enésima vez) apuntarme al gimnasio, para rebajar un poco el michelín. Lógicamente, si se quiere adelgazar no basta con pasarse una vez por semana por el gimnasio y dedicarse a charlar con la monitora de aerobic. Hay que ir al menos tres veces en semana y darse caña, lo que lógicamente implica bastante tiempo (además la monitora de aerobic, no me hace ni caso, así que...).

Resumiendo, que me faltan horas. Y todo el mundo sabe que cuando te falta tiempo, lo acabas cogiendo de donde no deberías, es decir que el tiempo de ocio (que es el que suelo dedicar a escribir) y el de sueño (ese que paso tirado en la cama), se ven claramente mermados, con las consecuencias habituales.

De cualquier manera, me resisto a la idea de dejar completamente de escribir, y aunque lo haga de manera cada vez más esporádica y menos amena, mi intención es la de seguir publicando una entrada aquí y otra allá.

Como siempre, gracias a los que me leeis y perdón por este mojón de texto, pero son cosas que tenía dentro de la cabeza dando vueltas y las vuelco aquí para despejarme.

 Un saludo.