Capítulo 5:
Lluviaenlacara corre hacia mí, el odio anega sus ojos y la ira amenaza con desbordarse por sus dilatadas pupilas, su cuerpo desencajado, se mueve con mortal eficacia, sólo hay una idea en su mente, la muerte. Su golpe impacta en mi costado, abriéndose paso a traves de mi piel y de mis costillas, las noto romperse, pero yo no hago nada. Aguardo el instante final en que la última luz se apagará y se llevará consigo mi agonía.
No siento el dolor del golpe, de la carne desgarrada o los huesos destrozados, sólo siento el sufrimiento de mi espíritu, de la pesada carga que soporta. Revivo aquella tarde, en que Risafuerte llegó a la manada con el rostro descompuesto, diciendo que un vampiro había matado a su padre, diciendo que no descansaría hasta acabar con esa sanguijuela, desmembrar su cuerpo y poner su hedionda cabeza como trofeo en su pared. Me escucho, diciéndole que el duelo había sido limpio, siguiendo las leyes de los desafíos, que la muerte de su padre había sido cosa del karma y que ningún honor hallaría en la venganza. Aún oigo sus gritos respondiéndome, que el Karma y los dioses podían irse al infierno y puedo verle ir al encuentro del vampiro, recuerdo mi vergüenza al ver a mi antiguo amigo ganar su duelo con trampas y como no quedó satisfecho con la muerte de su adversario. Como empezó a masacrar indistintamente a los vasallos del chupasangre, humanos inocentes que nada tenían que ver con la ancestral lucha entre licántropos y vampiros, como intenté convencerle de que abandonara su locura, como casi me mata, como agotó su cordura…
Aún puedo ver como cogía a aquel niño con la peor de las intenciones, aún siento mis garras destrozando el cuello a mi mejor amigo, poniendo fin para siempre a su pesadilla. Igual que ahora, Lluviaenlacara, está poniendo fin a la mía.
1 comentario:
este tio deja a Muphy como un optimista, eh?
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