Hola gente, como hace bastante que no escribo, voy a liarme la manta a la cabeza y haré un poco de mixcelánea, así vuelvo a coger soltura con esto de la escritura, que últimamente estoy muy oxidado.
Primero de todo, os actualizo mi estatus. Como sabéis, volví de la siempre soleada Escocia, hace ya un par de años. Desde entonces he aprovechado el tiempo apuntándome a cursos de programación, para afilar mis ya de por sí fantásticas cualidades como pulsateclas. Ahora me estoy orientando hacia el mundillo de la programación de Apps para móviles. El día menos pensado me hago una red social o una aplicación de mensajería instantánea y lo peto (¿Cómo? ¿Qué el mercado ya está muy saturado por ese tipo de productos? Bah, pesimistas).
En fin, he estado una temporadita como programador web en una empresa de concursos y ventas online. Ya sabéis, participa en un sorteo para ganar un día de compras gratis con un personal shopper, el cual te convencerá de que todos los vestidos que te pruebes te hacen gorda, para que así compres nuestras cremas adelgazantes (y nuestros helados de chocolate, para superar la depre). Negocio redondo, oiga.
Después de eso, me han cogido en una universidad privada, para que ejerza de "domador de oompa loompas" (o lo que es lo mismo, ahora soy coordinador de un grupo de programadores). Son becarios, pero oye, al menos puedo presumir de ser coordinador, que no es moco de pavo.
Como se puede apreciar en esta foto, nuestro nivel de trabajo es trepidante y afrontamos la jornada con probado dinamismo y... Y que esperábais, la instantánea fué tomada un lunes por la mañana, los oompa loompas estaban todos con cara de zombies y abrazados a la máquina del café. Que encima que les pagamos con cacahuetes (los granos de cacao van muy caros), bastante hacen con venir y aguantar mis latigazos (es broma, no había presupuesto para látigos y lo único que puedo hacer cuando la cagan o remolonean es fruncir el ceño).
Para acabar de rematar la faena, hoy pensábamos que el aire acondicionado del edificio estaba estropeado, ya que aunque lo teníamos a tope, aquello no enfriaba el ambiente ni a tiros. Cuando ha venido el de mantenimiento, nos ha sacado de nuestro error. No es que el climatizador no funcione, no. Es que "funciona, pero esto es todo lo que da de sí". Total que ahí estamos, doce personas (unos 24 sobacos sudorosos, más o menos) encerrados en una sala con 12 ordenadores despidiendo calor, un aire acondicionado que apenas enfría y el verano recién empezado. En una palabra, fabuloso.
Seguiremos informando (si es que no me derrito antes).
2 comentarios:
Prime!!!
Si no me fallan las cuentas se trata de 24 sobacazos y 12 entrepiernas sudanderas...
Que no te pase nada
Parece que el aire acondicionado ha mejorado un poco, así que de momento no vamos a morir. Pero por si acaso he encargado unos ambientadores de pino (toda precaución es poca).
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