8/19/2018

A Londres (otra vez). Día 5.

Una de las características que tiene viajar en grupo, es que a veces te toca visitar un sitio que no te interesa demasiado y es lo que me pasó a mí el quinto día de viaje. Y es que ese día, fue el de visitar sitios de compras. Concretamente fuimos a Harrods, el centro comercial más famoso de Londres.




Bueno, que os puedo contar. Si os digo que para mí es una especie de Corte Inglés con esteroides, pues seguramente habrá quien se enfade conmigo, pero es que para mí los grandes almacenes no tienen mucho interés. Así que perdonadme si no me interesaron las tiendas con artículos de lujo, las decoraciones doradas, las cafeterías que se albergan en su interior, sus cuartos de baño de lujo y todo eso.

Menos mal que mi madre y mi tía se compadecieron de mi padre y de un servidor y nos dejaron esperarlas en un pub cercano. Y para ser honestos, hay que reconocer que no tuvimos que esperarlas demasiado, así que la cosa no fue tan mal. Ellas disfrutaron de una buena mañana de tiendas y nosotros de una buena cerveza y todos contentos.

Cuando salieron, ya era la hora de comer, así que repusimos fuerzas en el mismo pub donde estábamos y luego nos fuimos a recorrer las tiendas de la zona.

Lo bueno, es que a partir de las cinco, empezó a refrescar y a nublarse, signo inequívoco de que iba a llover, por lo que pronto nos refugiamos en otro pub. Cosa que hicimos justo a tiempo de que se desencadenara una buena tormenta.



La tormenta duró más de una hora, pero lo bueno es que puso fin a la ola de calor que habíamos estado sufriendo desde el principio de nuestro viaje, lo malo es que aquel era el penúltimo día de nuestra estancia en Londres.

En breve, nuestras peripecias del sexto y último día en Londres.

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