Capítulo 6:
El dolor de mi costado, me arranca poco a poco de mis amargos recuerdos. No estoy muerto, aún no. El angel vengador, a detenido su mano ensangrentada a pocos centímetros de mi corazón. Sólo la increíble resistencia de mi cuerpo licántropo, me mantiene con vida.
Lluviaenlacara tiene sus ojos muy cerca de los míos y me mira con tanto odio, tanta ira, que su mirada me traspasa y me llega hasta el alma, quemándola. No soy capaz de aguantar su furia y bajo la cabeza. Los segundos se alargan y parecen durar años. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
Un nuevo dolor en el pecho me hace mirarla, pero no está acabando mi agonía. Retira sus garras de mi cuerpo, caigo al suelo. Me observa, por fin toma una decisión, me agarra un brazo, y con una de sus garras, graba en mi piel un complicado símbolo, mientras murmura antiguas palabras en la lengua de nuestros antepasados. Palabras que hablan de una maldición ancestral, palabras que hablan de destierro, de la pérdida de la propia esencia, de la vida en solitario, alejada de la manada. Me desmayo antes de que termine su maldición.
Cuando despierto, estoy sólo en mitad del bosque. La herida del costado sigue doliéndome, pero no es nada comparado con el dolor de mi corazón y de mi hombro izquierdo, lo miro y ahí está, el símbolo del destierro. A partir de ahora, no tengo derecho a pedir asilo a las tribus de licántropos, todos los hombres lobo, pueden percibir la presencia del símbolo, aunque no lo vean y se sentirán incómodos con mi sola presencia. Tal es, el poder de esta maldición. También he perdido mi verdadero nombre, jamás podré volver a utilizarlo. Esto que puede parecer un mal menor, es en realidad uno de los peores castigos que hay en mi raza, pues el linaje de mis ancestros morirá conmigo, los espíritus no volverán a hablarme, no encontraré la paz allí donde more.
Tal vez, algún día encuentre gente que me acepte, sin hacerme preguntas. Tal vez….
yatá? como que yatá.
ResponderEliminarEsteee. ¿Quién dice que sea inocente? ;)
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